Comenzaré por decirles que cursé mi bachillerato con la Carrera de Técnico en Procesamiento de Alimentos en el Centro de Estudios Tecnológicos del Mar No. 27 en puerto Vicente Guerrero, Gro., plantel del cual me siento muy orgullosa y en el cual transcurrieron tres de mis mejores años de estudiante ya que durante este periodo tuve la oportunidad de proyectarme participando activamente en todos los eventos y actividades de carácter social y cultural, asistiendo a todas las prácticas extramuros, realizando servicio Social y Prácticas Profesionales, pero sobre todo, experimentando una magnifica integración con mis compañeros y profesores, a decir verdad, siempre me sentí identificada con este plantel en el que el nombre de Marvella serna aún sigue formando parte de su historia, solo que ahora desde otra perspectiva.
Al concluir el nivel Medio Superior, ingresé a la Facultad de Turismo perteneciente a la Universidad Autónoma de Guerrero en la Ciudad y Puerto de Acapulco, mi estancia ahí fue de mucho aprendizaje, tanto académico como de vida debido a que fue aquí donde me independicé de mis padres y aprendí a administrar mis recursos, mi tiempo y a tomar mis propias decisiones. Simultáneamente a mis estudios, trabajaba como secretaria en una empresa de telefonía, de esta manera, mejoré mucho mis relaciones interpersonales. Transcurridos los cinco años de mi carrera me gradué como Licenciada en Turismo en la Generación 2002-2007.
A escasas semanas de concluir mi formación profesional visité el CET Mar 27 para saludar a mis ex profesores, encontrándome con la sorpresa de que uno de mis maestros de matemáticas era el actual director, quien me comentó que necesitaba un docente precisamente de mi perfil profesional, de manera que comencé mis labores como docente tan pronto concluí mi carrera.
Mi experiencia como docente es similar a la de muchos otros que no tenemos la formación pedagógica para desempeñarnos, de hecho, traté de seguir las estrategias de enseñanza que mis profesores aplicaron conmigo siempre tratando de acoplarlas a un estilo muy personal. Desde el primer momento que pise un aula como profesora, supe que eso era lo mío, encontré que en la interacción con los jóvenes estaba mi satisfacción como profesionista ya que tenía en mis manos la oportunidad de transmitir no sólo conocimientos, también valores e ideales. En mi desempeño siempre he tratado de agregar un plus a la formación de los jóvenes, evitando las clases aburridas y rutinarias al usar mi imaginación y algunas herramientas bibliográficas para insertar conocimientos a través de dinámicas, juegos, canciones, etc. Así como también promoviendo prácticas extramuros relacionadas con las asignaturas a empresas importantes y lugares que complementen o refuercen los conocimientos adquiridos.
El ser docente del nivel medio superior ha significado un gran reto puesto que trabajar con jóvenes no es una tarea fácil, existe una responsabilidad muy grande, no podemos permitirnos el perder el tiempo y hacérselo perder a ellos, tenemos que lograr lo más posible nuestros objetivos porque de ellos depende en gran medida el éxito o fracaso de nuestros estudiantes y futuros profesionistas.
No me atrevo a calificarme como docente buena o mala, pero si puedo decir con mucha satisfacción que muchos de mis alumnos dicen aprender en mis clases, ex alumnos que dicen haber encontrado utilidad en los conocimientos adquiridos en mi clase, que me recuerdan con cariño y algunos con los que continúa una comunicación de simpatía. Esa es mi principal satisfacción, saber que mi esfuerzo no es inútil, que si bien no les sirve o les interesa a todos, muchos otros si se han beneficiado.
Claro está, no todo es miel sobre hojuelas y existen los puntos negativos, uno de ellos es saber que mi formación no es la de profesora y eso es una limitante para mí y para mis alumnos, la otra es la resistencia de algunos alumnos a aprender el idioma inglés.
Ésta es la percepción que tengo de mi docencia, muchas gracias por permitirme compartir esta experiencia con ustedes.
Al concluir el nivel Medio Superior, ingresé a la Facultad de Turismo perteneciente a la Universidad Autónoma de Guerrero en la Ciudad y Puerto de Acapulco, mi estancia ahí fue de mucho aprendizaje, tanto académico como de vida debido a que fue aquí donde me independicé de mis padres y aprendí a administrar mis recursos, mi tiempo y a tomar mis propias decisiones. Simultáneamente a mis estudios, trabajaba como secretaria en una empresa de telefonía, de esta manera, mejoré mucho mis relaciones interpersonales. Transcurridos los cinco años de mi carrera me gradué como Licenciada en Turismo en la Generación 2002-2007.
A escasas semanas de concluir mi formación profesional visité el CET Mar 27 para saludar a mis ex profesores, encontrándome con la sorpresa de que uno de mis maestros de matemáticas era el actual director, quien me comentó que necesitaba un docente precisamente de mi perfil profesional, de manera que comencé mis labores como docente tan pronto concluí mi carrera.
Mi experiencia como docente es similar a la de muchos otros que no tenemos la formación pedagógica para desempeñarnos, de hecho, traté de seguir las estrategias de enseñanza que mis profesores aplicaron conmigo siempre tratando de acoplarlas a un estilo muy personal. Desde el primer momento que pise un aula como profesora, supe que eso era lo mío, encontré que en la interacción con los jóvenes estaba mi satisfacción como profesionista ya que tenía en mis manos la oportunidad de transmitir no sólo conocimientos, también valores e ideales. En mi desempeño siempre he tratado de agregar un plus a la formación de los jóvenes, evitando las clases aburridas y rutinarias al usar mi imaginación y algunas herramientas bibliográficas para insertar conocimientos a través de dinámicas, juegos, canciones, etc. Así como también promoviendo prácticas extramuros relacionadas con las asignaturas a empresas importantes y lugares que complementen o refuercen los conocimientos adquiridos.
El ser docente del nivel medio superior ha significado un gran reto puesto que trabajar con jóvenes no es una tarea fácil, existe una responsabilidad muy grande, no podemos permitirnos el perder el tiempo y hacérselo perder a ellos, tenemos que lograr lo más posible nuestros objetivos porque de ellos depende en gran medida el éxito o fracaso de nuestros estudiantes y futuros profesionistas.
No me atrevo a calificarme como docente buena o mala, pero si puedo decir con mucha satisfacción que muchos de mis alumnos dicen aprender en mis clases, ex alumnos que dicen haber encontrado utilidad en los conocimientos adquiridos en mi clase, que me recuerdan con cariño y algunos con los que continúa una comunicación de simpatía. Esa es mi principal satisfacción, saber que mi esfuerzo no es inútil, que si bien no les sirve o les interesa a todos, muchos otros si se han beneficiado.
Claro está, no todo es miel sobre hojuelas y existen los puntos negativos, uno de ellos es saber que mi formación no es la de profesora y eso es una limitante para mí y para mis alumnos, la otra es la resistencia de algunos alumnos a aprender el idioma inglés.
Ésta es la percepción que tengo de mi docencia, muchas gracias por permitirme compartir esta experiencia con ustedes.
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